Club, en Velilla de la Sierra, en el marco de los actos que se celebran
en honor de San Saturio, patrón de la ciudad.
Mientras llegaban los pilotos de Navarra, Burgos, Guadalajara, Logroño y la Organización ultimaba los preparativos, el termómetro marcaba 5º y el viento cruzado azotaba en rachas de 30 km/h y en algún momento, a última hora 40, la pista y las instalaciones.
Se
acabaron congregando finalmente 27 pilotos, tras las incorporaciones de
varios amigos burgaleses que llegaron un poco más tarde, que con
verdadero arrojo pusieron en vuelo sus modelos pese a que las aproximaciones
eran verdaderamente angustiosas. Los entrenadores de ala alta y los eléctricos
lo tuvieron realmente difícil. Los funfly se comportaban como cometas
en la vertical de la pista. Acabó volando, literalmente, hasta la
mesa de la Organización.
A pesar
de ello el público acudió como lo viene haciendo otros años,
con la diferencia de que no permanecía más allá de
30 minutos expuesto a unas condiciones meteorológicas que restaron
brillantez al evento y fueron realmente duras para todos los participantes
a los que desde la Organización, una vez más, les da las
gracias por asistir.
